FUNDAMENTOS TEÓRICOS
Las teorías del Dr. Tomatis nos pueden ayudar a responder algunas de las siguientes preguntas:
- ¿Por qué hay personas capaces de realizar diferentes tareas a la vez, mientras que otras haciendo solo una gastan tanta o más energía?
- ¿Por qué realizando la misma actividad unos acaban más cansados que otros?
- ¿Por qué algunas personas tienen una gran capacidad para aprender idiomas y otras no?
Según el Dr. Tomatis, el oído tiene muchas más funciones que las que se le han adjudicado, ya que además de ser útil para escuchar o mantener el equilibrio, da gran parte de la energía necesaria para la actividad cerebral.
Además, el nervio neumogástrico que regula la laringe, la faringe, los pulmones, el corazón, el estómago, los riñones, y los intestinos, tiene su rama auricular en la superficie externa del tímpano, estableciendo una relación entre las percepciones y las emociones. Por este motivo, el Dr. Tomatis dio tanta importancia a la postura corporal al hablar y al escuchar.
También podemos encontrar dificultades de escucha de tipo psicológico, ya que si en la infancia ha habido un rechazo al deseo de escuchar se provoca una relajación de los músculos del oído medio que afecta a la percepción auditiva.
El Dr. Tomatis estableció, por tanto, tres funciones del sistema auditivo:
El Dr. Tomatis estableció claramente la diferencia entre oír y escuchar.
La habilidad de escuchar el mundo que nos rodea y a nosotros mismos, nos ayuda tanto en la propia organización como a comprender lo que percibimos y el tipo de sentimientos que tenemos.
Podemos concluir que la escucha es la capacidad de emplear nuestra audición, de manera voluntaria y atenta, tanto a nivel emocional como para aprender y para comunicarnos.
En el año 1957, el Dr. Tomatis a partir de sus investigaciones, define lo que se llamará Ley Tomatis, y que será la base del Oído Electrónico. Esta ley que contiene tres principios, fue redactada y aprobada por la Academia de las Ciencias y la Medicina de Paris, es la siguiente:
Ley que nos permite comprender, porqué una escucha distorsionada influirá tanto en el aprendizaje como en el comportamiento. Ya que si no somos capaces de escuchar, tampoco podremos integrar el lenguaje, y por lo tanto será más difícil la comprensión.
En sus investigaciones, el Dr. Tomatis constató que a los 4-5 meses de vida intrauterina, el feto ya comienza a escuchar,el sistema vestíbulo-coclear es uno de los primeros sistemas sensoriales que se desarrollan. Hacia los cinco primeros meses es totalmente funcional y envía mensajes al resto del sistema nervioso.
La estimulación se realiza gracias a los sonidos agudos, que son los que el feto oye, ya que los graves (latido cardíaco, sonidos viscerales,...) quedan filtrados en gran parte por el líquido amniótico. Los sonidos que percibe el feto, de manera preferencial, es la voz de la madre por conducción ósea, a través de la vibración de la columna vertebral y de la pelvis, que funciona como una caja de resonancia.
Volver a escuchar la voz materna permite hacer revivir y modificar la percepción de las experiencias menos gratificantes que han podido interferir en el desarrollo de las funciones de la escucha y del lenguaje, ambas implicadas en el proceso de comunicación.